Propongo presentar la candidatura del ex presidente para participar en alguno de esos programas donde el famoso de turno escenifica un monólogo para hacer reír al público. Si Urdaci fue capaz, ¿por qué no Aznar?
Lo cierto es que yo no quiero escribir sobre José María Aznar. Cada vez que sucumbo a la tentación me digo que nunca más, que esta será la última vez, que se acabó para siembre jamás... Porque no estoy dispuesta a dedicar ni un solo minuto de mi tiempo a comentar las absurdas declaraciones de semejante individuo, porque este patético hombrecillo no merece ni un sólo segundo de mi dedicación. Quisiera olvidarme de su existencia, relegarle al más absoluto de los olvidos, borrarle definitivamente de mi memoria e ignorar que alguna vez nuestro país fue presidido por este majadero. Yo lo intento, de veras lo hago. Pero es escuchar sus reiteradas estupideces, sus insólitas chorradas, y mis dedos vuelan solos al ordenador y cobran vida propia.
Si no tuviera nada mejor en que perder el tiempo, podría dedicarme a elaborar una selección de sus más variadas y burdas declaraciones. Por si alguien se anima, ahí van unas cuantas, para empezar a confeccionar el glosario de las paridas más populares:
“El problema con Al Qaeda en España no empezó con la crisis iraquí, sino desde que España rechazó ser un trozo más del mundo islámico cuando fue conquistada por los moros”. Está claro que el odio a todo lo musulmán le viene de lejos. Por cierto, ¿en el siglo XIV ya existía la España una, grande y libre?
“España corre riesgos de desintegración y balcanización, de volver históricamente a las andadas”. Claro que sí, y se rompe, se despedaza, se disgrega, se desgarra, se fragmenta, se descompone… ¡Uf!, que cansino.
“Es muy interesante ver que mucha gente en el mundo islámico reclama que el Papa pida perdón, pero no oigo a ningún musulmán que me pida perdón por conquistar España y estar allí ocho siglos" Puestos a pedir perdón, ¿por dónde debemos empezar los españoles?
“La capacidad de olvido forma parte de la memoria histórica”, ¡Qué más quisiera él!
“Nuestra seguridad, nuestra democracia y nuestra prosperidad dependen de Estados Unidos” Que para eso es el país garante de la libertad. Bueno y de la guerra de Irak, de Guantánamo, de armas para todos, de la pena de muerte…
“El multiculturalismo divide y debilita a las sociedades, no favorece la tolerancia ni la integración y es probablemente el problema más complicado de Europa en la actualidad”. ¿Acaso está refiriéndose a la pureza de la raza? Creo que alguien ya expresó algo parecido en el pasado, Adolf Hitler, creo que se llamaba. . Qué miedo dan este tipo de declaraciones.
“Todo el mundo pensaba que en Irak había armas de destrucción masiva y no las había, yo lo sé ahora. Tengo el problema de no haber sido tan listo de haberlo sabido antes. Cuando yo no lo sabía, nadie lo sabía” En una cosa tengo que darle la razón a Mariano Rajoy, para ser presidente se debería exigir algo más que “tener 18 años y ser español”. Nos hubiéramos ahorrado ocho años de sufrir a un presidente delirante con aires de grandeza y de un atentado con 192 víctimas mortales.
“¿Y quién te ha dicho que quiero que conduzcas por mí? Las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber déjame que las beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás” Pues si sereno ya no hay quien le aguante, imaginaos como sería soportarlo bajo los efluvios del alcohol. Otro punto en común con su gran amigo George.
Esto es sólo una muestra representativa de la variedad de necedades que el ex presidente español ha ido soltando desde que dedica sus días a ilustrarnos con la sabiduría acumulada durantes sus años de gran estadista. No importa el momento, la oportunidad, el lugar o el idioma, porque nuestro líder mundial se atreve con todo: castellano, ingles, italiano, tejano e incluso catalán, siempre y cuando sea en la intimidad. Las hemerotecas están plagadas de declaraciones que, tras una minuciosa labor de rastreo y recopilación, bien podrían constituir un verdadero decálogo de majaderías que recogiera todos sus momentos de gloria, tanto de su memorable periodo como presidente de España, como de sus años de juventud, cuando se iniciaba en la literatura demonizando la Constitución de 1978, con la misma fervorosa convicción con la que ahora se atribuye en exclusiva su tutela y protección.
Serán los profesionales de la psicología quienes deberán hacer el esfuerzo de establecer que motivaciones llevan al líder popular a exhibir un comportamiento que raya el patetismo. Como profana en la materia, no sabría si definirlo como un payaso frustrado (con todos mis respetos para los payasos), si padece un grave defecto de fabricación, si tal vez su coeficiente intelectual es igual o inferior al de una ameba o simplemente, es su resentimiento con el mundo lo que le condiciona y le estimula a vomitar todo tipo de despropósitos, incoherencias y barbaridades cada vez que abre la boca.
Lo que no podemos negarle al ex presidente, es la capacidad de haber sabido mantener su figura entre las preferidas por los profesionales del humor para cumplir con su noble cometido de hacernos reír. Por lo tanto, y puesto que no parece probable que en un futuro inmediato nuestro ridículo hombrecillo deponga su grotesca actitud, propongo la candidatura de José María Aznar López como participante de la próxima edición del “Club de la comedia”. Al menos, podrá ejercitar sus habilidades cómicas en el marco apropiado.
Fuente: Kaosenlared.
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