A parte de que se han conservado muy bien físicamente, tienen el encanto de una mujer segura, que sabe seducirlos y lo que les gusta. Son las mujeres Milf (Mom I'd Like to Fuck).
La atracción ejercida por las mujeres mayores hacia los hombres jóvenes es una parafilia llamada graofilia, pero algunos con más simpleza y justicia preferirían llamarla: encanto.
¿Qué es lo que tienen las mujeres maduras? Eso lo puede responder cada uno, pero si me lo permiten, puedo empezar por decir lo obvio: una increíble capacidad de seducción, que ha tomado tiempo suficiente en afinarse hasta lograr ese efecto perturbador que solo una bella mujer, en los tardíos treinta o en plenos cuarenta, puede tener.
Solo es escarbar en el cajón de la memoria y descubrir que las mujeres entradas en décadas, para muchos son y fueron la más generosa fuente de inspiración hormonal y las culpables de los primeros encuentros con el amor imaginario y, por qué no, con el solitario.
Seguramente cada uno tuvo la suya, y cada uno comprobó cómo los síntomas propios de la edad del acné, se comenzaron a manifestar en tímidas turgencias bajo el pantalón que, ante la presencia arrolladora de la profesora, de la amiga de la mamá o de la madre del amigo, se elevaba cual tienda de campaña.
En Estados Unidos bautizaron a las madres deseables con la siguiente abreviatura: Milf (Mom I'd Like to Fuck, que se traduce como "mamá con la que me gustaría 'tirar'"). Con escribir estas cuatro letras en un buscador de Internet, aparecerán millares de páginas de contenidos adolescentemente adultos, en las que las aparentes madres ofrecen sus cuerpos a los ojos de todo el mundo.
Pero una mujer llamada groseramente (aunque también honestamente) Milf, es mucho (muchísimo) más de lo que exhibe una impúdica foto en la Red, pues más allá de ser una madre completamente deseable y el opuesto de la Lolita por definición, es la mujer a la que el tiempo antes de ser un enemigo, se transforma en su aliado, para hacerla sueño de púberes y crecidos.
Una Milf es, a falta de más, Rachel Hunter en bikini rojo emergiendo de la piscina ante la impávida mirada del mejor amiguito de su hija, en el video de la canción Stacy's mom, de la banda Fountains of Wayne. Pero también es aquella febril y bendecida Mrs Robinson, de la que habla la siempre bien recibida canción de Paul Simon.
El encanto de una mujer mayor, puede ser también mayor, pues de alguna manera es la sumatoria de las virtudes femeninas. Es en sí misma el climax de la sensualidad y algunos aseguran también el de la sexualidad.
Reúne en ella la mítica experiencia, la inteligencia, la belleza y la calma, pues como bien decía Benjamin Franklin: "las mujeres maduras conocen mejor la vida, son mejores observadoras y las conversaciones con ellas son más agradables". Pero fue hasta hace relativamente poco que se comenzó a aceptar en la sociedad esta admiración, muchas veces explícitamente sexual, a las llamadas, en términos vernáculos, 'veteranas'.
Probablemente en esto influyeron los cambios culturales de las últimas décadas, en donde la mujer dejó de estar condenada a los terrenos domésticos y salió a competir laboralmente, pero también la belleza y el culto al cuerpo han sido decisivos y, por supuesto, la apertura de la sexualidad femenina.
Hoy las mujeres que pasan los 40 están más vivas y activas que nunca y la evidencia lo demuestra: Demi Moore y Madonna, por solo dar dos nombres de una lista que se extiende.
De hecho, lo están tanto, que los estadounidenses, muy aficionados a clasificar y bautizarlo todo, han acuñado el término 'cougar' (puma), para designar a una nueva generación de mujeres maduras, que como el felino en cuestión, se han deshecho de restricciones y se lanzan tras su joven presa masculina buscando solo placer. "No es un estigma, es una especie sofisticada de mujer que busca el placer en hombres jóvenes, evitando los enredos de las relaciones estables y buscando la libertad que da la caza", dice Urbancougar.com, una página dedicada a celebrar el estilo de vida de ellas.
Fuente: El Tiempo.
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