La calurosa acogida de crítica y público a 'Babel', el filme del mejicano Alejandro González Inñárritu que asistió a la última edición de los Oscars con nada menos que 7 nominaciones, parece no haber impresionado demasiado a los japoneses. La distribuidora de la película en ese país ha publicado varios anuncios en la prensa nacional en los que advierte a los espectadores de que 'Babel' puede "hacerles sentirse enfermos". Al menos 15 personas se han quejado de sentir ganas de vomitar mientras veían Babel desde su estreno en Japón el pasado 28 de abril según difundió una portavoz de Gaga Communications, que distribuye allí el filme.
La película, que cuenta con un reparto coral en el que se cuentan entre otros Brad Pitt y Cate Blanchett, narra la espiral de acontecimientos que desencadenan en varios lugares del mundo un tiroteo fortuito en Marruecos.
El filme se convirtió en una auténtica sensación mediática en Japón mucho antes de su estreno tras el anuncio de la nominación al Oscar por su labor como mejor actriz de reparto de la actriz nipona Rinko Kikuchi, que en el filme interpreta a una colegiala sordomuda – un poco habitual reconocimiento para un intérprete del país del sol naciente.
Es precisamente una escena protagonizada por la joven actriz la que ha provocado el malestar de algunos espectadores japoneses. Y no por la naturaleza abiertamente sexual que marca algunas de sus apariciones en la película. De hecho, la secuencia de la discordia, en la que el personaje visita un club nocturno, ha logrado provocar las náuseas del público a causa del efecto estroboscópico de las luces que adornan el lugar.
"Esta película incluye algunos efectos visuales altamente estimulantes y algunos espectadores se han quejado de sufrir náuseas", reza parte del anuncio que a modo de advertencia la distribuidora ha publicado en su página web y añadido a los posters que promocionan la película en unos 300 cines del país.
Aunque 'Babel' se ha estrenado hasta el momento en unos 40 países, esta es la primera ocasión en la que el filme suscita una reacción similar entre los espectadores.
No obstante, el público japonés ya había protagonizado un incidente similar hace unos años cuando en 1997, un episodio de la serie de animación nipona Pokemon fue acusado de provocar, con una secuencia en la que se sucedían rápidamente una serie de luces intermitentes, convulsiones y náuseas en más de un centenar de espectadores, la mayoría niños. AJM
Fuente: Informativos telecinco.
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