La caída del consumo enciende las alarmas en Wall Street

Fuente: Expansion.com.

La preocupación por la caída en el gasto de los consumidores sigue latente en Wall Street. El profit warning anunciado hoy por Best Buy se suma a la larga lista de malas noticias importadas desde el sector minorista y sirve de excusa a los inversores para sacar su dinero del parqué neoyorquino. El sector automovilístico, los problemas financieros de American Express y la comparecencia del secretario del Tesoro son los otros temas candentes del día.

En los primeros compases de la negociación el Dow Jones de industriales se deja un 2,05%, hasta 8.515,63 puntos, mientras que el selectivo Standard & Poor´s 500 recorta un 1,96%, hasta 881,31 puntos. El mercado tecnológico Nasdaq Composite cae un 1,61%, hasta 1.555,42 puntos.

Tiemblan los pilares de la sociedad del consumo
El impacto de las crisis hipotecaria y crediticia en el bolsillo de los consumidores comienza a ser alarmante. La caída registrada en las ventas minoristas de octubre, la bancarrota de Circuit City y el recorte en las previsiones de beneficio anunciado hoy por Best Buy confirman los temores de Wall Street.

La economía de los hogares no parece notar los beneficios del plan anticrisis diseñado y puesto en marcha por la Administración Bush. A pesar de que los bancos ya han recibido ayudas estatales y se muestran más dispuestos a conceder créditos, los bolsillos de los consumidores siguen sin blanca. Así lo demuestran las últimas cifras de ventas de vehículos nuevos, que durante el tercer trimestre han experimentado un recorte del 32%. La situación ha llevado a los expertos a prever un descenso en el gasto del consumo en 2009.

De cumplirse estos pronósticos sería la primera caída registrada desde 1980. Las familias estadounidenses no pierden detalle de todas estas informaciones y parecen dispuestas a afrontar la crisis ahorrando más de lo que han ahorrado en los últimos años. Este afán por recortar los gastos podría suponer un duro castigo para el mercado. De momento las empresas del sector minorista ya lo están pagando.

La mayor cadena de venta de productos electrónicos de Estados Unidos ha lanzado hoy un profit warning para el conjunto de su ejercicio fiscal 2008, que termina en febrero. El actual entorno de crisis ha llevado a Best Buy ha recortar sus expectativas de beneficio por acción (bpa) son de entre 2,3 y 2,9 dólares, mientras que las ventas se situarán entre 43.700 y 45.500 millones de dólares. Las previsiones de los analistas apuntaban a un bpa de 3,06 dólares.

La noticia ha hecho saltar las alarmas de nuevo en el parqué neoyorquino, donde el temor a una fuerte caída gasto de los consumidores durante el periodo navideño comienza a ser una pesadilla para las empresas minoristas. Las acciones de Best Buy pierden un 8% y arrastran al resto de compañías en el sector. Wal-Mart, la mayor cadena de distribución del mundo, pierde cerca demedio punto porcentual, mientras que sus rivales Target y Costco ceden en ambos casos un 3%.

Después de declararse en quiebra, desplomarse en bolsa y ser suspendida de cotización por la SEC, hoy Circuit City ha vuelto a cotizar, Los inversores aprovechan lo barato que estaba el valor para comprar y hacer caja después de que esta compañía se haya acogido a la protección del Gobierno por bancarrota. Sus títulos se disparan en la apertura neoyorquina en torno al 80%.

Peor suerte corre American Express, que a última hora del lunes recibía el permiso de la SEC para convertirse en banco comercial y acogerse a las ayudas del Gobierno a las entidades. Según publica hoy The Wall Street Journal, la compañía de tarjetas de crédito podría haber solicitado a la Administración un préstamo por valor de 3.500 millones de dólares. Si el estado le concederá o no dicho préstamo es algo que está por ver. Los que no se prestan a conceder el beneficio de la duda a esta firma financiera son los inversores, que castigan los títulos del grupo con recortes por encima del 7%.

Además de las noticias empresariales, hoy los mercados también estarán muy atentos a las palabras del secretario del Tesoro, Henry Paulson, que hablará sobre el estado de salud de la economía estadounidense.